La Nota 04/04/2003 y 05/04/2003
04/04/2003
Ufffffff, cuantas cosas que tengo que contar. Y no sé por donde empezar.
Comenzaré por la que más ilusión me hace. Alicia es una hermana fenomenal, poco me lo esperaba, pero se ha portado como una fenómena. Su estilo es un poco particular, pero me quiere y se preocupa por mí. Seré tonta, de todo lo que ha pasado eso es lo que más ilusión me ha hecho.
Bueno hacía las 2 de la madrugada de antes de ayer recibí un mensajito de Alicia, en que me pedía que fuera a verla a la estación de Oimachi con urgencia. Y eso fue exactamente lo que hice, me vestí y me fui para la estación de Oimachi. La verdad es que no me hace mucha gracia coger el metro a esas horas, pero Tokio es un lugar muy seguro. Y el mensaje decía URGENTE. Cuando llegué a Oimachi allí estaban ella y Goro. No esperaba encontrármelos juntos, pero no me sorprendido mucho, al fin y al cabo, Alicia había hecho mucho hincapié en que solo podía confiar en Goro. Alicia y Goro son pareja, eso si que me sorprendió, viven juntos (eso sí que me alucinó) aquí al lado en Yokohama. Hace más de siete años que salen juntos, es increíble. Realmente Alicia es una desconocida.
La urgencia de verme era por los análisis del bueno del tío Fuku, resulta que han dado positivos en THC, Alicia me ha dicho que eso significa que en los últimos 2 meses he fumado maría. Bueno eso ya lo sabía yo, cuando me la fumé yo estaba presente. Pero resulta que en Japón el consumo de drogas (incluida la marihuana) es un delito. Vaya Solo 4 meses y ya soy una delincuente. Me siento como el Lute, jejeje. Sé que no es para hacer bromas, pero cuando me pongo nerviosa solo me salen paridas.
Resulta que la familia Utada no ve con buenos ojos que se fume maría, bueno ni la familia Utada ni el 90% de familias del mundo. Eso no merecía la pena mencionarlo, pero lo repitieron tantas veces que más vale que lo ponga. Resulta que Alicia y Goro en el pasado tuvieron problemas con las drogas. Yo sabía que Alicia había tonteado con las anfetaminas, pero pensé que había sido lo típico, un par de tripis en la discoteca y ya está. Bueno pues los problemas fueron serios, estuvieron enganchados mucho tiempo. Ya llevan 4 años limpios, cuando me lo dijeron parecía que esperaran que les diera una palmadita en la espalda o un ¡Bravo chicos! Pero la verdad es que no me importa mucho, que mi hermana sea un exdrogata, no sé, mola. Alicia la renegada, ya vuelvo a soltar gansadas. El hecho es que Goro tuvo mucho que ver en las adicciones de Alicia, y en casa de los Utada se montó una especie de guerra civil. Durante mucho tiempo Daisuke y Fukusaburu no se hablaron y parece que desde hace un par de años (los que coinciden con el retorno a la universidad de Goro) que todo se había dado por olvidado. Pero que con la mierda de análisis, por lo visto la paz familiar estaba en peligro. Y aquí Carla se acojona, porque acojona mucho oír hablar a tu hermana la exdrogata en esos términos ¿armonía familiar?, coño parecía sacada de una galleta de la suerte.
Pero yo debo haber caído en gracia, porque Goro abrió el sobre antes que Fuku y como de análisis de esos entiende bastante, pudo secuestrar los resultados. Pero, está claro que cuando vea que no llegan los resultados, los volverá a pedir a la clínica. Solo había ganado un poco de tiempo. ¿Tiempo? Tiempo es lo que me sobra, estoy castigada, si algo me sobra eso es tiempo.
El detalle del secuestro de los análisis, es muy bonito, lo guardaré siempre, realmente Goro es de confianza. Pero yo no soy ni Goro ni Alicia, yo no soy drogadicta, solo me fumé un par de petas mientras estaba tumbada en el césped con Kyo. Fumarme un par de porros, de higos a brevas, no me convierte en drogadicta. He tenido muchas ocasiones para tomar mierdas mucho más duras que la maria y he pasado. A mi no me van esos rollos, si fume maría es porque me apetecía relajarme un poco y porque había. Pero ni voy a ir a buscar maria, ni voy a robar para conseguir un poco, ni se me va ir la olla. Así que tengo la conciencia muy tranquila, y eso es exactamente lo que le dije Alicia y a Goro. La verdad es que estaba acojonada, vale me hubiera cagado las patas abajo si hubiera podido. Pero cuando las cosas están tan liadas como lo estaban, paso. Lo mejor es solucionarlo como si fuera una tirita, se quita de golpe y ya está.
Ellos continuaron hablando de lo mal que estuvo la familia, y qué más vale que buscara algún tipo de salida a mi situación. La verdad es que desde llegué a Japón mi animo ha ido en picado hacía bajo, y ya no me venía de allí. El espíritu combativo lo tenía en batería baja, así que decidí lo que Olga ha dicho que era la decisión más madura. Claro está ya tengo 16 años, supongo que ya no soy una niña pequeña, y a lo hecho pecho.
Goro me acompañó hasta casa, él se quedó fuera y yo entré por el jardín, no era cuestión de despertar a la familia en pleno.
Cuando llegué solo faltaba una hora para que Maru y papá se levantaran y la casa comenzara a moverse. Así que decidí, tantear el terreno, fui a la habitación de Tetsu. Si Tetsu sería mi termómetro Utada, según se lo tomara él, podría esperar la reacción de Daisuke. Tetsu sería para Daisuke como Susi sería para mamá. Así que me planté en su habitación y le desperté. La verdad es que le chocó mucho que entrara de esa manera y tan pronto en su habitación. Desde que se fue Susi que había intentado evitar hablar con él con todos mis medios. La verdad es que no tenía mucha idea de como decírselo, así que fui tanteando el camino. Le pregunté sobre que opinaba del tabaco, él fuma así que podía intuir más o menos la respuesta. También del consumo esporádico de una cervecita, un sake, un licor,… Creo que vio mis intenciones, después de esa me paró. Así que le solté que hacía un par de semanas me había fumado un peta y temía que aquello saliera en los análisis del tío Fuku. En ese momento los ojos se le pusieron redondos como unas naranjas valencianas. Dios es increíble ver a un japonés con los ojos tan abiertos. Pero enseguida volvió a su condición de japonés y en vez de soltarme algo, se quedó callado mirándome perplejo. Sé perfectamente que los jóvenes nipones también fuman maría, es más quien me la ofreció fue Kyo, que no tiene mucha pinta de Jamaicano. Pero eso por supuesto no se lo dije, solo me quedé también callada esperando la respuesta. Pero en ese momento no hubo respuesta.
Así que, la situación era tan tensa y tan silenciosa con Tetsu que decidí, esperar un poco más para soltárselo a Daisuke.
Cómo ya le había despertado ayer Tetsu desayunó con Maru, papá y conmigo y se ofreció a llevarme él a la escuela. Esperaba que durante el camino explotara, pero ole su temple, que durante el camino no soltó nada. Eso sí, cuando estábamos apunto de llegar a la escuela, me dijo que debía decírselo cuanto antes a papá. Y yo aproveché para preguntarle como creía que se lo tomaría papá. Con lo que Tetsu soltó un mal, de esos de final de episodio de telenovela, que faltaba la musiquilla para hacerlo más dramático. Así que durante todo el día en la escuela estuve pero no estuve, mi cuerpo estaba allí pero mi mente estaba imaginando todo tipo de infames castigos, incluso la cárcel.
Tetsu me recogió del instituto, y parecía más predispuesto a mantener una conversación, pero los silencios que gastan los japoneses me incomodan mucho, y estaba muy nerviosa. Y como ya he dicho cuando estoy nerviosa tiendo a soltar muchas paridas, así que preferí no hablar mucho. Apenas me atreví a preguntarle que opinaba él. Y por supuesto aunque Utada Tetsuzan es nacido en Tokio, se salió por peteneras. Me contestó, que lo que él opinara no tenía la mayor importancia, lo que realmente importaba es lo que opinaría de eso papá. ¡Nos habrá jodío el chino! Eso ya lo sé, pero me hubiera gustado saber a que atenerme, ¡coño! Bueno cargándome de paciencia, (realmente quien me ha visto y quien me ve) le volví a repetir la pregunta. Y a lo que Tetsu me respondió ¿tú que crees que debería pensar que mi hermana pequeña tome drogas? Primero un japonés me ha respondido a la gallega, segundo eso ha sonado como si yo me metiera heroína a cada momento. Ves, ese es el problema se magnifican las cosas, de un grano de arena Tetsu ya había hecho una montaña. Y seguro que Daisuke también lo haría. Así que continúe con el Chechutermómetro, y le contesté que fumar un porro un día no te convertía en drogadicto, al igual que tomar una cerveza un día no te convertía en alcohólico. Entonces la conversación comenzó a subir de tono, ¿y cómo se yo que no fumas cada día?, pues porque me verías flipada constantemente. ¿Cuándo fumaste no te vi, y eso no significa qué no fumaras? En ese momento se me ocurrieron un montón de groserías, pero me interesaba más tantear el terreno que desahogarme. Pues supongo que tendrás que confiar en mi palabra ¿estaría bien para variar?, le solté. Y él, con lo que desde que llegué no he dado motivos para que confíe. Coño, acababa de decirle que me había fumado un peta, ¿qué más prueba de sinceridad necesitaba? Y de nuevo el silencio. Tetsu que vuelve con “es por que te ves en un apuro”, pero esa ya me la esperaba y tenía preparada la respuesta “podía haber esperado a que surgiera el apuro, pero en vez de eso he acudido a ti y te lo he explicado”. En ese momento tenían que haberme hecho la ola. También sabía su respuesta, bueno la posible respuesta de Daisuke, que va a ser lo mismo. “Eso te honra, pero no cambia lo que has hecho”, cómo se nota que Tetsu no es católico, ¿no sabe que cuando te confiesas se expiran todos tus pecados? Afortunadamente, ya llegábamos a casa, porque ya me comenzaba a cansar de ese tira y afloja. Y tenía que reservar fuerzas para Daisuke.
Al llegar a casa me puse a hacer los deberes, no fuera que al cabreo se le hubiera de sumar alguna que otra notita. Además, papá no llegaría a casa hasta las ocho y no tenía más ganas de hablar con Tetsu. La tarde pasó volando, apenas alcance a decirles a Shoyo y a Hiro que desparecieran esa noche, qué se lo montaran como pudieran pero que desaparecieran. No sé si Daisuke pero mamá cuando se cabreaba de verdad tenía honda expansiva y la pagaba con cualquier bicho viviente que se pusiera en su camino.
Papá llegó sobre las 8:30 parecía cansado, cosa que jugaba en mi favor, cabrearse comporta mucha energía, y él no aparentaba tener mucha en esos momentos. Así que cuando llegó, no le dejé que se tomara un baño, le dije que necesitaba hablar con él, que era importante. Bueno al igual que hice con Tetsu, le fui presentando la situación con ejemplos, videojuegos, cerveza, cigarrillo, El hecho es que se me estaban acabando los símiles y él comenzaba a sospechar algo, y se lo solté. Le solté que haría un par de semanas había fumado un porro y qué desde entonces me sentía muy culpable. Que creía que podía haber cogido el SIDA (ahí me regalé lo sé), que estaba muy asustada, que quería volver a casa, y todo esto sin dejar de lloriquear. Oscar a la mejor actuación para Carla Ferrer. Vale lo confieso me acojoné, no fui capaz de plantarme delante de Daisuke y decirle “sí, me fumé un peta, pero ya está”, así que apliqué la misma técnica que Cris utiliza con sus viejos. La de auto fustigarse y tomarse las cosas a la tremenda, claro está solo de cara a la galería. Pero he de confesar que funcionó, papá en vez de enfadarse y montar en cólera, intentó calmarme. Después utilizó un tono de voz muy suave y me hablo como si yo fuera un crío de 6 años, yo no dejaba de sorber los mocos y gimotear. Incluso no pude para de hipar durante un buen rato. Ruin, muy ruin. Lo sé. Pero me asusté, y menos mal que me asusté, porque quizás si se lo hubiera soltado como tenía planeado las cosas no hubieran ido tan bien.
Así, que conseguí capotear el temporal, he conseguido que no me maten por consumir marihuana pero no conseguí que no me castigaran por aprobar un examen, ¡qué raro es oriente! Es más con el pedazo de disgusto que me metí entre pecho y espalda, ni siquiera hice caligrafía ni leí el libro. Sí lo sé aplico antes la técnica de auto fustigación con Daisuke. El problema es y cómo bien me lo ha hecho saber Tetsu, se me ha visto el plumero, bueno solo me lo ha visto él. Pero sé que es un tío rencoroso y que no va olvidarlo, pero quien me preocupaba era Daisuke, y con él, ahora las cosas incluso están mejor que antes.
Y ahora tengo la sonrisa del triunfador, la verdad es que los chicos en cuanto me vieron esta mañana me lo dijeron, que me veía esplendida y muy alegre. Claro que no les dije la verdad, no sé, no creo que ellos sean como Cris, Olga, Rubén y Paty. Ellos son niños de casa buena y quizás lo de los porros lo vean muy marginal. Peor en clase de informática hable con Cris y le conté todo, no paraba de reírse y de decirme que era una buena aprendiz, jejeje. Desde hacía tiempo que no estaba tan contenta. Yo ya me puede ir lanzando miradas de reproche Tetsu que ahora mismo me rebotan.
También he aprovechado para llamar a Alicia y contarle todo, la verdad es que también se ha sorprendido de la reacción de Daisuke y ¿Por qué no? De la mía. Por supuesto me ha recogido Tetsu, no hay nada como ser unos de los jefes para salir cuando te salga en gana. Y durante todo el camino no ha parado de gritarme, ya puede gritar hasta quedarse afónico, que no va a cambiar que he conseguido salir ilesa de esta.
Cuando he llegado a casa por supuesto me he puesto a estudiar en el salón, ahora hay que portarse muy bien durante al menos unos días, vida ejemplar. Y Maru se me ha acercado y me ha dicho, al oído que cuando ella estaba en la universidad una vez le dio una calada a uno, qué no me preocupara, que no me iba a morir. Jejeje, está mal, vale, lo sé. Pero es tan chulo ver como toda la casa se ha tragado el anzuelo.
05/04/2003
Hoy es el último día de clase, este sábado se hará una pequeña fiesta para que vayan los alumnos y sus padres, esta vez, si que lo he dicho en casa, sigo sin haberme apuntado a ningún club de los que organizan estos embolados pero bueno iré a ver lo que hacen. Y la semana que viene será la semana temida por todos, la semana de los no-exámenes con sus correspondientes no-calificaciones. Creo que en las materias que no son de ciencias me las van a clavar doblada, pero bueno, ahora soy estúpidamente feliz, que le voy a hacer. Mari dice que pare de sonreiré que parezco mongui, se que está desquiciada con los exámenes y lo dice por eso. Mari se toma sus estudios muy enserio, en ese sentido es más japonesa que los propios japoneses. Me he despedido de la señorita Hirata (cocina), del profesor Okumura (informática) y del profesor Gushiken (caligrafía), quizás no los vuelva a ver.