La Nota 09/01/2003
09/01/2003
Por fin es viernes, esto es lo que diría cualquier persona, hoy saldría de clase con una sonrisa y se prepararía para salir esta noche por ahí de fiesta con sus amigos. Cualquiera menos los japoneses, tenías que haberme visto la cara esta mañana cuando me he enterado que los sábados también se va al cole. Mi cara parecía un poema. Yo ya había hecho mis planes. Y para más INRI, como ayer me puse mala con el pastel no he podido hacer los deberes, así que tengo una preciosa nota informativa, que supongo que deberá de firmar Daisuke. Y con el jaleo que tuvieron ayer con Eichi, voy yo y ahora le tengo que traer la dichosa notita. Creo que la voy a firmar yo misma, creo que será lo mejor, así cada vez que me pidan la firma de Daisuke, como tendrán la mía de referencia, no tendré problemas. No quiero molestarle con tonterías del colegio, ya se estoy siendo suficiente molestia para encima traerle más quebraderos de cabeza. Si lo repito varias veces al día, me lo acabaré creyendo. Son unos...no llevo ni una semana de clases y por un día que no he hecho los deberes ya se ponen histéricos. Sabes en España, quizás hayan calificaciones pero al menos sabemos darle la justa importancia a las cosas. Y si un día no haces los deberes, no se acaba el mundo. Hombre, no es que no haga los deberes nunca, es que ayer me encontraba mal y se me olvidaron.
El chico aquel que me dio el sándwich hoy traía 2, uno para mí y otro para él, lo hemos tomado juntos. Es muy simpático se llama Joe, su padre está en Tokio por 2 años en una cadena de televisión. Me ha dicho un par de programas que su papá produce, pero es que aun no me he hecho con la programación nipona. Joe no se ha separado de mí en todo el día, Valeria y Mari me han comenzado a comer la olla, que si Joe es muy guapo, que si es muy simpático, que si es muy amable conmigo... La verdad es que con la coña la comida de hoy ha sido más animada. Ha sido muy parecido a cuando comencé a hacer el tonto con Rubén, Olga , Paty y Cristina no paraba de hacer coña sobre lo simpático que era Rubén conmigo, lo atento que era, la cara de corderito que ponía cuando hablaba conmigo,... La verdad, es que si que ponía carita de cordero. Pero ahora no estoy por liarme con nadie y menos con un compañero de clase.
Cuando he llegado a casa, me he puesto a hacer los deberes, he pasado de cenar, mal hecho, porque me he mareado, afortunadamente, estaba en mi habitación y nadie me ha visto. He bajado a hurtadillas a la cocina, y he mangado un vaso de macedonia y un yogurt de medio kilo. Me lo he subido a la habitación y lo he devorado.
Mi habitación da justo encima del despacho de Chechu, si, y cuando he puesto un poco de música porque ya estaba hasta el gorro de los deberes, y necesitaba esparcirme un poco, y me he puesto a bailar. Al cabo de un rato, ha entrado como un energúmeno en mi habitación, y me ha apagado el equipo de música, con muy malos modales. Chechu es un gilipollas, me podía haber dicho que apagara la música, y yo la hubiera apagado. No hacía falta portarse como un energúmeno. Y debería saber que los insultos son lo primero que se aprenden de cualquier idioma, y aunque los digas entre dientes, se entienden muy bien.
3 comentarios
La Nota -
Céline... -
patapalo -