La Nota 26/02/2003
26/02/2003
Hoy ha llegado mi expediente al instituto y de aquí a 10 días los resultados del Nouryoku Shiken. Y de aquí ha 15 mi familia. El expediente ha llegado más ligero que salió, y eso es lo único que me importa, el cómo no es importante.
El club de estudio funciona muy bien, mejor de lo que esperábamos, hemos conseguido ponernos a la par que los profesores, llevamos las materias al día. Las clases de la mañana son igual de intensas, pero no estamos tan agobiados, sabemos que al menos uno de nosotros está al 100% en esa clase, y que al mediodía o por la mañana, nos explicará los puntos más importantes y las dudas.
Las clases de la tarde ahora son muy tranquilas, simplemente vamos y oímos a los profesores como nos dan consejos para el mejor conocimiento de la cocina, la escritura o la retórica. Están bien, se ha convertido en una especie de seminarios.
Esta tarde he vuelto a salir con Kyo, hemos vuelto a ir a los jardines, él quería llevarme a unos recreativos y una cafetería, pero yo le he pedido que me llevara a los jardines, y él ha estado encantado. Mañana sí, mañana iremos a un centro recreativo y a un bar, paso de cafeterías, no me gustaría encontrarme nadie del colegio. Esta vez, me ha dejado a un par de casas antes de mi casa, por si el inspector Eichi nos pillaba. Efectivamente Eichi estaba en la ventana, mirando a la calle, a ver si me veía con el motorista. Cuando he llegado, he saludado y he corrido a mi habitación a cambiarme y a ponerme a hacer los deberes. He bajado cuando me han llamado a cenar, durante la cena casi todas las preguntas iban dirigidas a mi, por supuesto me he salido por la tangente, cosa muy propia de los japoneses, cuando no te quieren contestar. Papá no ha accedido a dejarme hacer judo, me ha dicho que lo puedo hacer en el dojo de Takeshita-Utamaru. Qué conste que ha sido él y no yo. En cambio estaría bien que hiciera contabilidad. No, eso no. Y ahí, me he hispanizado un poco, papá ha sonreído y me ha dicho que mañana traiga las listas de asignaturas que se ofertan y ya escogeremos una. Por lo visto hay instaurada una democracia con mi vida, y mi voto vale igual que el del microbio. ¿No tendría que tener al menos el poder de veto?
Después de cenar, me he ido corriendo a la habitación y me he puesto a estudiar. No, no soy tan aplicada, pero no pienso darles ninguna excusa para que me castiguen y controlen mi vida. Si eso significa estudiar como una posesa, pues la nena estudia como una posesa.
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