La Nota 16/02/2003
16/02/2003
Tengo tantas cosas que contar y tan poco tiempo, Bueno, hoy ha llegado Ruben han llegado esta mañana están alojados en un hostal típico japonés en la otra punta de la ciudad. Pero da igual, me he aprendido de memoria el recorrido en el metro para poder ir a verlo.
Papá se ha vuelto a cabrear porque esta mañana no ha aparecido el libro, comienza a ser divertido el rollito que nos llevamos con el libro. Pero llegaba tarde a la Uni, y no ha montado ningún sarao. Hogai me ha llevado hoy al cole, le he preguntado cuando Akira volverá a visitarnos de nuevo. Y ha dicho que de aquí a tres fines de semana. Siempre que a la arpía de su ex no se le ocurra una mejor idea. Hogai habla de su ex con un odio visceral, se le transforma la cara y todo, da miedo.
Por la mañana las clases se han hecho eternas. Si no he mirado 100 veces el reloj, no lo he mirado ninguna. A la última clase he ido directa a la secretaría y le he entregado la nota que me ha firmado Maru, para faltar a las clases de la tarde de hoy, mañana y pasado. En serio, ha sido un detallazo, yo no se lo había pedido, ha salido de ella. Creo que le voy a alzar un monumento.
He comido un bocata, lo sé lo sé, debo alimentarme mejor, pero con lo peazos de desayunos, meriendas y cenas que hago, podrían alimentar a 7 pueblos saharaui. Y he corrido en busca de Ruben, solo hemos tenido 5 horas para visitar las zonas más freaks de Tokio, gracias a Shoyo que me ha hecho un mapa, no nos hemos perdido. Ruben ha hecho 337 fotos en 5 horas. Y después dicen de mí. De camino a casa en taxi, hemos podido hablar un poco. Todo trivialidades, creo que ambos intentábamos evitar hablar del tema.
Cuando hemos llegado a casa, papá aun no había llegado, así que Maru nos ha hecho pasar a la cocina y nos ha dados unas galletas y unos refrescos, para hacer tiempo. Eichi, no para de mirar a Ruben como si fuera un alienígena. Y le oído por primera vez decir algo en español, ha sido tan tierno %u201CHola, me llamo Utada Eichi, gracias%u201D. Jejeje creo que quería decir encantado. Eichi apenas lo habla, pero yo a su edad tampoco hablaba ni papa de japonés.
Al fin ha llegado papá, estaba extremadamente amable y contento, Óscar a la mejor actuación para Utada Daisuke (aplausos). Para Ruben ha sido un alivio, porque ha podido hablar con alguien. Papá le ha preguntado por deportes, estudios, su familia. Ha estado bastante bien. También ha venido Hiro, con Hiro han estado hablando de motociclismo, los tíos son iguales en todos los sitios. Me he alegrado mucho, pensé que Ruben se sentiría incomodo con mi familia. Mientras Tetsu y Hogai hablaban con Ruben, yo he hecho mis deberes. Me ha sabido fatal dejarlo solo, pero en eso no había discusión, y eso que le he puesto mi mejores pucheritos.
Ha sido una tarde muy rara, en casa solo se hablaba español, papá, Hiro, Tetsu, Hogai, incluso Shoyo durante la cena se ha animado un poco. Yo no paraba de sonreír. Y después de cenar, no he tenido ni que hacer caligrafía ni leer el libro. Que porcierto, papá ha llegado con una caja enorme de la librería Tsumemasa, y mucho me temo que son los 10 libros con que nos amenazó el otro día. Debería llamar a la librería Tsumemasa y cobrarles una comisión.
Después de cenar, Ruben y yo, nos hemos sentado en el porche y hemos estado hablando de todo lo que ha pasado en Barna desde que me fui. No hace ni 2 meses que salí y aquello parece Melrose Place. Ruben ya sabía que iba a venir a Japón, antes de irme. Pero no quiso decirme nada, por no sé, por no agobiarme. Le he preguntado, si salía con alguien. No sé de donde he sacado el coraje para hacerle la pregunta, pero al fin se la he hecho. Por desgracia, no. No sale con nadie. Me hubiera encantado que dijera que sí. Eso hubiera sido un alivio, y la relación no sería tan tensa entre nosotros.
Ruben está durmiendo en la habitación de Shoyo, ¡bravo por los padres carrozas!. Pero yo sigo sintiéndome muy rara, teniéndolo durmiendo en la habitación de al lado.
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Céline... -