2003

29 de noviembre de 2006 - 01:24

28/01/2003

Hoy le he pedido a papá si me podía llevar él al cole, que necesitaba consultar unos libros de la biblioteca del colegio, antes de las clases. El hombre se ha extrañado, pero me ha llevado.

Desde uno de los ordenadores de la biblioteca, he escrito a mis amigos, y un email larguísimo a Luís, explicándole todo lo que en verdad pasó, la semana pasada. Como no puedo hablar con ellos solo tienen la versión Utada de la historia. Escribiría a Susi, pero se enfadaría conmigo por no hacer caso a papá. Cuando me iba a ir, para clase, he recibido un email de Kyo.

Kyo es el mejor amigo de Shoyo, y en el email me ha explicado el motivo del castigo de Shoyo. ¡Shoyo lleva castigado 4 meses! Eso es horrible. La razón que papá castigara a Shoyo, es que Shoyo se enamoró de una chica mayor, y quiso dejar los estudios y ponerse a trabajar, pero cuando la chica se enteró lo dejó y se fue con otro, y éste otro era un auténtico cabrón que pegaba a la novia de Shoyo. Shoyo se enteró y fueron a partirle la cara. Entonces en el colegio los expulsaron y desde entonces que van al mismo cole que la hermana de Kyo. Ahora Shoyo parece que ya lo ha superado y a Kyo le gustaría que él y su hermana pudieran salir normalmente, sin tener que hacer campanas y esconderse. Así que me pide que les ayude. Vaya ahora tengo que hacer de celestina. Supongo que por un hermano, lo que sea, y Shoyo e Eichi son los únicos que se han portado como tal desde el primer momento.

Pienso ayudarles, no por el amor, sino por que no es justo que Shoyo se pase su juventud metido en casita estudiando.

Chechu me ha recogido sigue sin dirigirme la palabra, pero ahora tengo cosa más importantes que preocuparme. Mañana no pienso ir al cole, voy a solucionar el problema de Shoyo. Diós espero que me ayudes. Voy a necesitar toda la ayuda del mundo.

Por cierto el libro de paparruchas orientales comienza a cargarme mucho.

La Nota 28/01/2003

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