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La Nota

La Nota 23/01/2003

23/01/2003

Ya llevo 20 días en Japón. Se han pasado volando. Hoy me han llamado todos desde el locutorio de debajo de casa de Ruben, he podido oir sus voces, me he puesto a llorar como una tonta. También ha llamado Laurita, sigue con la eczema, le he dicho que no se la toque, y que se refriegue la cara contra Luís a ver si se calla, y la deja de llamar mutante. Le he dicho a Laurita que le he comprado muchas sorpresas para cuando vuelva. Es mentira, solo le he comprado un megaestuche de colores y un minikimono, la mar de chulo. Tengo que comenzar a comprarle chorraditas, para cuando venga. Luís me ha dicho, que la casa está muy tranquila sin mí, que se aburre mucho. También me ha dicho que van alquilar mi habitación a un Erasmus holadés. Espero que esto último sea una broma. Luís y Shoyo se parecen un poco, Luís es mayor, y es muy centrado, pero ambos son de la broma y hacen muchas muecas.

Al fin viernes, creía que nunca diría esto aquí. Y he acabado las clases a las 12, al igual que si estuviera en Barcelona. Las clases de la mañana han sido insufribles, estoy deseando que llegué el Lunes y volvamos a la normalidad. Después de la última clase que era la de Inglés. He desaparecido, les he dicho a Valeria y a los demás que tenía unos compromisos. (que importancia que me doy).

Está tarde me la he pasado enterita en un Spa, me han dado masajes, me han dado friegas, me han limpiado todos los poros, me he dado unos baños termales, ha sido genial. Ha sido mi regalo por mis 20 días nipones. Jejeje. Diós, me he quedado tan relajada que casí se me olvida regresar al colegio. Afortunadamente puse la alarma al reloj, y me ha dado tiempo de regresar. Hoy me ha recogido Hiroani en su mierdacoche, lo llamo así, porque solo es de 2 plazas con un maletero minúsculo.  Tanto Tetsuzan como Hogai tiene buenos coches, y papá tiene uno familiar de 9 plazas. Así que el coche de Hiro comparado con los otros se ve ridículo. Papá se ha tenido que quedar en la Uni, reunido con los del departamento. Y aun no ha regresado. Así que nuestra charla ha quedado pendiente, espero que se le olvide. Por mi parte queda olvidada.

He llegado a casa y Eichi estaba llorando, me ha dado un susto, pensé que le había vuelto a subir la fiebre. Pero no, Maru le ha zurrado, porque ha insultado al tío Fuku. El pobre solo había venido, para ver como se encontraba y el crío casi le saca los ojos. Bueno, hay que entender al pobre Eichi, en estos días cada vez que ha visto a Fuku era para ponerle una inyección. Maru, le estaba riñendo y le ha escondido todos los videojuegos.

Fuku me ha tomado la tensión, sigo baja. Vale, que no he seguido muy a rajatabla sus indicaciones, pero he tomado más cafés de lo habitual para compensar. Le he dicho que no me pinchara, él se ha reído. Y me ha seguido la broma un rato. Parecía de muy buen humor. Keiko ha traído unos bombones de chocolate para merendar, y han volado. Además en vez de té hoy hemos tomado una coca-cola fresquita con hielo. Después de merendar Fuku y Keiko se han ido, Keiko mañana tiene clases y tenía que hacer los deberes aún. ¡Notitas de los cojones!

Shoyo se ha pasado toda la tarde en el dojo, Hiro vigilando a Eichi que hiciera los deberes, mientras él picaba un trabajo, o algo en el ordenador portátil. Hasta ahora no me he enterado que tenemos un portátil en casa. A ver si me lo puede llevar algún día a la habitación, así no tendría que ir a hurtadillas al despacho de Chechu.

Hoy hemos cenado solo Hiro, Eichi, Shoyo, Ai,, Maru y yo. Ni papá, ni Chechu ni Hogai han cenado en casa. Chechu y Hogai han regresado justo cuando me iba a acostar. Venían “contentos”. Ha sido rarísimo ver en ese estado a esos dos. Maru les ha metido en la cama, y me ha hecho un shhhhhhhhhh con el dedo, como los carteles de los hospitales.

Estoy muy nerviosa, mañana me la voy pasar todo el día remojada en casa de Joe. Me hubiera gustado invitar a Keiko, pero ella tiene clases.

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