La Nota 19/01/2003
19/01/2003
Esta mañana el desayuno ha sido movidito, Eichi está malito el pobre, se ha pasado la noche vomitando y con fiebre. Fukusabaru ha dicho que era un virus, que tenía que reposar y tomar mucho líquido. Todos los médicos son iguales. Le ha puesto una inyección para bajar la fiebre, y Eichi a chillado, Pobre me sabe tan mal, es como cuando laurita cogió la varicela, pobreta mía. Chechu de camino a la escuela no me ha dado la brasa, ¿se le habrá pasado el cabreo?. A mí sí, ya le he perdonado. Soy un genio en química, bueno eso ya lo sabía, pero sigo siendo la mejor de clase aquí en Japón. El profe me ha felicitado delante de toda la clase, es vergonzoso cuando hacen esto, pero lo hacen constantemente. En inglés, no soy de las primeras, por supuesto, la mayoría de mis compañeros son angloparlantes, pero mi nivel es superior al de los japos. Valeria es un crack en esto de los idiomas. Habla 6, inglés, español, japonés, italiano, alemán y portugués. Da mucho miedo. Valeria es hija de japonesa y Argentino. Nació en Buenos Aires, pero ya lleva 5 años viviendo aquí. Sus padres trabajan en una multinacional japonesa.
Por la tarde, no ha HABIDO CLASES, hoy es la semana cultural, o algo así, los estudiantes montan paraditas con cosas y las venden, con el dinero se financia el viaje de fin de trimestre. Yo no me he apuntado a ningún grupo, por lo que he tenido la tarde libre, así que me he ido a dar una vuelta y estado haciendo el chorra un rato, después he regresado a la escuela. Esta semana no hay clases por la tarde ni deberes, no pienso decir nada en casa. Necesitaba un poco de descanso. Mañana me pasaré la tarde en la aula de informática, tengo que hablar con Olga.
Chechu me ha recogido del cole y me ha preguntado ¿qué tal? Vuelve a estar amable conmigo, ya se le debe haber pasado el enfado. Me ha comprado los palitos, son de color rosa, son muy cursis, pero bueno, son de adultos.
Al llegar a casa me he ido directa a la habitación de Eichi, está malito, no le ha bajado la fiebre apenas, así que esta tarde Fukusabaru le ha vuelto a pinchar, le debe haber hecho mucho daño porque ha aullado como un animal herido. Me he pasado la tarde leyéndole mangas, él me corregía cada 2 por 3, pero al menos sonreía un poco. Papá me ha relevado a la hora de cenar, mientras nosotros cenábamos, él le ha dado la cena a Eichi. Papá quiere mucho a Eichi, supongo que ser padre a su edad hace que veas a los hijos más como nietos y los mimes más. En casa todos están preocupados por Eichi, así que a Shoyo y a mí nos han dejado bastante tranquilos. Hiro se ha pasado esta tarde para verlo y le ha traído un videojuego nuevo. Realmente Eichi tiene mucha suerte.
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