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La Nota

La Nota 10/03/2003

10/03/2003

Odio a Tetsu, no puedo ni mirarlo, se me revuelve el estomago. Mientras Susi y familia estén en Japón, podré acompañarlos siempre que quiera, pero con el humor que gasta Susi, no sé si quiero acompañarles a ninguna parte. Maru parecía triunfante esta mañana, no ha parado de sonreír en todo el desayuno, me hubiera encantado borrarle esa sonrisa de un puñetazo.

Hoy en la escuela hemos hecho el primer simulacro de terremoto desde que llegué aquí. Ha sido divertidísimo, parecíamos más un ejército que unas víctimas de un terremoto. Mari dice que los simulacros son verdaderas coreografías, Joe ha estado totalmente de acuerdo. La verdad es que todo está controlado hasta el milímetro, si hay un terremoto, mejor que me pille en el cole.

A la hora de informática, he aprovechado un momento para enviar unos cuantos emails, le he enviado un email a Alicia, espero que lo lea pronto. Quiero quedarme en Japón, pero no con los Utada. Y ella es mi única salida, hoy por hoy. Sé que si no me contesta en unas semanas no me debo alarmar, ella no tiene Internet en su piso.

Para colmo, hoy me ha venido a recoger a clase Chechu, he estado a punto de pillar un taxi. Pero me he limitado ha montarme en el asiento trasero del coche y mirar por la ventana. Si las miradas mataran Chechu estaría muerto siete u ocho veces, una detrás de otra, por el rollo de las reencarnaciones. Y en casa afortunadamente estaba Laurita y me ha animado, esa mocosa sabe como levantarme la moral. Se ha puesto el kimono que le regalé y ha comenzado a hacer el tonto, y a cantar las canciones del shin-chan y de la DOREMI. Susi intentaba que laurita me dejara tranquila, pero es imposible pararla. Por lo noche han salido a cenar a un típico restaurante japonés, y yo he aprovechado para ponerme a estudiar. Pero sobre las 9 Kyo ha llamado a mi ventana, no quería que pasara Tetsu está como un perro cazador, pero lo veía muy jodido y no lo podía dejar así, Así que le he dejado durmiéndola en la cama de Shoyo, no fuera que Chechu o cualquier otro entrara y se montara aquí un drama. Shoyo, me ha dicho que gracias, por no decir nada. El pobre, cree que ha acudido a él. Durante toda la cena he ido fulminado con la mirada a Chechu y no le pienso dirigirle la palabra nunca más. He estado leyendo el libro del demonio hasta las 12, creía que se iba abrir la tierra y el libro me iba a llevar al infierno. Creo que ese libro no es bueno para mí, me altera demasiado. Además estaba convencidísima que había hecho desaparecer todos los ejemplares de casa. He acabado de hacer los deberes hace cinco minutos, necesito dormir.

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